“Segundas Jornadas Nacionales Abolicionistas sobre prostitución y trata de mujeres niñas/os”
Facultad de Ciencias naturales
Universidad Nacional de Tucumán
10 y 11 de diciembre de 2010
REALIZADO POR:
Campaña Abolicionista
“Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”
PRESENTADO POR:
Marcela D´Angelo
Arq. - Feminista – Integrante del Seminario de DDHH con perspectiva de género de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA / Campaña Abolicionista “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”
E mail niunavictimamas@yahoo.com.ar
Audiovisual
En esta etapa del patriarcado capitalista, el mercado se extiende a todos los ámbitos de la vida, incluidos los más íntimos. La intimidad se exhibe como producto y la sexualidad se mercantiliza. Los cuerpos, especialmente los cuerpos de las mujeres, se convierten en productos.
Los medios de comunicación acompañan y a la vez producen esta realidad, obteniendo importantes beneficios económicos. La promoción de los cuerpos-sexuados como mercancías, impulsa la idea de la prostitución como algo deseable, placentero y económicamente conveniente, lo que se opone a la experiencia de millones de mujeres en esa situación.
Las mujeres tenemos un lugar en los medios. Se nos propone un “ideal de mujer” que es reproducida por el conjunto de las diferentes formas comunicacionales que, junto con la escuela, la familia y las iglesias conforman una cultura que nos coloca en el lugar de la mujer-objeto, la mujer-cuerpo-para el placer-de otros. No se contempla la realidad cotidiana de “las mujeres reales”, las mujeres que trabajamos y luchamos, las que actuamos todos los días, las diversas, las que ejercemos nuestro derecho a otras opciones y que no aparecemos como algo “deseable” de ser relevado.
Los medios de comunicación enseñan a las mujeres el lugar de objetos-eróticos-pasivos. Promocionan el uso de su cuerpo. Las que despiertan el deseo de los varones son las que se ven validadas, podrán acceder al bienestar, al éxito y por supuesto a los hombres.
También está en los medios la otra opción, la “mujer-objeto-para el uso-del otro”: la madre-esposa, la que siempre está dispuesta a un sacrificio más. Única responsable de sus hijos/as. Este es nuestro “deber”, el más “sagrado”. Así se refuerzan los roles tradicionales y quedamos, una vez más, atrapadas como mujeres, y por el sólo hecho de serlo. No ofrecen ninguna posibilidad de una maternidad libremente elegida y compartida, ni la alternativa de no ser madres. Tampoco contemplan la maternidad como una función social, de la que deben ser también responsables los varones y toda la sociedad, ni muestran las dificultades reales que enfrentan millones de mujeres queestán solas a cargo de sus hijas e hijos.
Otro modelo que nos impone la cultura a través de los medios es el “amor romántico “, basado en la propiedad privada del varón sobre la mujer. Su exaltación a través de diversos tipos de expresión y de formatos (aquí deberemos incluir los cuentos infantiles con el príncipe azul, las mujeres domesticadas y la eterna preocupación por “la belleza”), refuerza la idea de nuestra dependencia, enaltecida ahora por el “romanticismo” de haber alcanzado la felicidad del “pertenecer”.
Fomentan, así, una socialización y una sexualidad masculina basada en la dominación sobre nuestro cuerpo. Así, juguete ó incubadora, siempre “con dueño”, debemos desaparecer como personas en función del bienestar y el placer de otro.
Estos mensajes reafirmativos de estereotipos y mandatos: mujer-objeto, mujer-madre perfecta; mujer-amor romántico, nos inducen y pretenden que gocemos de nuestra propia opresión sintiéndola como nuestro destino ineludible-deseable y desde allí transmitirla a nuestros hijas/os.
Al transmitirnos el mensaje aprendido a través de siglos tienen altos niveles de rating, divierten domesticándonos, hacen dineros como cómplices del naturalizado negociado de la explotación sexual de las mujeres, crean complicidades entre varones, reafirman códigos entre pares. Por citar algunos ejemplos: Tinelli, Rubro 59, Clara de noche, Cenicienta, publicidad de celulares, etc.
Muestran a la trata de mujeres y niñas como algo intolerable y a la prostitución como algo glamoroso, divertido, deseable, ocultando que son las dos caras de una misma violencia contra las mujeres
Los medios enseñan cómo nuestros cuerpos pueden ser expropiados y convertidos en una “mercancía”.
Aquí en este audiovisual también planteamos formas de resistencias que están a nuestro alrededor, pero que a veces nos cuesta visibilizar, que nos cuesta acompañar. Son una propuesta para poder salir de estos cautiverios que los medios nos proponen a las mujeres
No hay comentarios:
Publicar un comentario